Esta semana
dedicamos la entrada al nacimiento del segundo hijo. Intentaremos dar respuesta
a cuestiones como ¿cuándo tener un segundo hijo? Dando ventajas e
inconvenientes según la diferencia de edad. Cómo y cuándo explicarle al bebé
que está en camino un hermanito. De lo que si advertimos es que tener un
segundo hijo es mucho más duro que el nacimiento del primero, pero en poco
tiempo multiplicará la felicidad familiar.
¿Cuándo tener un segundo hijo?
Muchas
parejas se preguntarán cuando es el mejor momento para la llegada del segundo
hijo. No existe una regla exacta que nos diga cuándo es mejor, pero sí podemos
ofreceros las ventajas e inconvenientes de tener el segundo hijo dividido por diferencia
de edad:
Menos de 2 años de diferencia
• Ventajas:
Cierto es
que los hermanos con poca diferencia de edad tendrán más facilidad para jugar
juntos, sobre todo cuando el hijo pequeño empiece a simbolizar, lo que les
permitirá poder jugar a juegos donde la aparición de personajes o compañeros de
juego enriquece mucho, tanto para la creatividad como para el propio juego.
Para los padres será más fácil crear
actividades en familia, ya que al encontrarse en una fase de desarrollo similar
ya que sus intereses y
necesidades serán parecidos.
Al tener los hijos con una diferencia
tan corta permite que cuando se inicia el amamantamiento del segundo hijo,
etapa en que la madre dedicará muchas horas y energía, permitirán al padre
hacerse cargo del hijo mayor, establecer rutinas y actividades conjuntas. Esto
es doblemente beneficioso porque ayuda al padre a implicarse en la crianza de
los hijos (sabemos que el papel del hombre en el nacimiento del hijo es difícil
de afrontar), ayuda a su vinculación y sobre todo el hijo mayor siente que el
sigue teniendo un espacio exclusivo con sus progenitores.
En el caso en que la madre o el padre
decidan hacer un parón en su vida laboral para cuidar de los hijos, el tiempo
sin trabajar será menor si los tienes seguidos y no tendrás la necesidad de abandonar
tu carrera profesional por demasiado tiempo.
• Inconvenientes:
No hay que
engañarse, será una etapa agotadora y más aún si no cuentas con alguien que
pueda echarte una mano.
No hay que
olvidarse del nivel económico. Más pañales, biberones, etc. Los gastos se
multiplican.
En relación
al primogénito hay una desventaja clara. Todavía no están preparados para
compartir y menos aún a los padres, es algo a lo que deberán acostumbrarse pero
la dificultad reside en que su capacidad de razonamiento no está lo
suficientemente desarrollada para entender lo que se espera de ellos y quizá
podemos forzarlo a crecer antes de tiempo. No hay que olvidar que sigue siendo
un niño pequeño.
Entre 2 y 4
años
• Ventajas
Podrás
disfrutar del cuidado en exclusiva de los dos bebés. Esa diferencia de edad
también nos permite que cuando nazca el segundo hijo el mayor inicie la etapa
escolar y te permite cuidar durante el día, en exclusiva, a tu segundo hijo.
La diferencia de edad aún es
suficientemente pequeña como para que en el futuro próximo ambos encuentren
aficiones y juegos que compartir. Además el mayor le enseñará a jugar.
Menor estrés: Tener hijos
con cierto tiempo de diferencia le da a tu relación un respiro. Tendrás más tiempo
para tu vida de pareja. Podréis
volver a retomar los planes conjuntos que antes del nacimiento de vuestro hijo
hacíais
Esperar unos años a tener un segundo hijo te permitirá poner en orden tu vida
después del caos de ser madre por primera vez, o de poner tu cuerpo en forma y
recuperar la línea que tenías antes del primer embarazo.
• Inconvenientes:
En muchas ocasiones, los padres creen
que como la diferencia de edad es corta los hijos están obligados a hacerlo
todo juntos. Pero deben entender que aunque es lo que les encantaría tienen
edades similares pero hay la suficiente diferencia como para que no les gusten
ya las mismas cosas. Es bueno
que cada hermano busque sus propios intereses.
El hermano mayor se encuentra en una
etapa en la que aún no
es muy mayor para ocupar su tiempo con amigos, ni muy pequeño para no enterarse
de lo que ocurre, por lo que necesitará tiempo para adaptarse al nuevo hermanito.
Es lógico que sienta celos a la vez que frustración por no poder jugar todavía
con un recién nacido al que se le había anunciado como un nuevo compañero de
juegos.
Más de 5 años
• Ventajas
Una de las
ventajas es que contaremos con la ayuda del primer hijo en la crianza del
segundo. Es probable que por la diferencia de edad él quiera adquirir nuevas
responsabilidades en cuanto a la crianza del bebé y esto ayudará a los padres.
No hay que olvidar que esta implicación no debe ser una obligación y que debe
ser el primogénito quien decida cuando ayudar, aunque los padres puedan motivar
esta ayuda.
Durante toda la vida tu primer hijo
será capaz de aconsejarle y guiarle, gracias a su experiencia vivida, en las
relaciones con amigos, en el colegio, con los deberes, en los primeros pequeños
problemas…
Tras varios años apretándote el
cinturón, ya habrás tenido tiempo de recuperarte. Tendrás una mejor posición
económica para comprar un coche más grande, una casa mayor, etc. y afrontar
todos los gastos relacionados con el bebé.
Este tiempo entre ambos hijos y la
nueva perspectiva te pueden ayudar a desempeñar tu nueva maternidad de forma más tranquila. Además
con tu primer hijo te diste cuenta de lo rápido que crecen los niños, así
que ahora sabrás disfrutar mejor del segundo.
• Inconvenientes
Tus hijos vivirán etapas de desarrollo distintas y puede ser un poco extenuante
tener que atender las necesidades de los dos a la vez, ya que probablemente
tengan horarios y actividades diferentes.
Tus hijos no compartirán tantas cosas como si tuvieran menos diferencia de edad
ni tendrán los mismos recuerdos familiares.
Puede resultar duro tener que volver
a la etapa de criar un recién nacido después de haberte acostumbrado a la
libertad de tener un hijo mayor. Tu vida tendrá que volver a cambiar y
amoldarse a la vida con un bebé y después de un tiempo sin entrenar será más
difícil hacerlo.
¿Cuándo explicar al primogénito la llegada del
hermanito?
No existe el
momento clave para explicarlo pero el hermano necesita prepararse poco a poco,
debemos ir contándole lo que va pasando e involucrarle lo máximo posible en el
proceso del embarazo, que sienta las patadas, que sepa qué es lo que va a
ocurrir. Debe conocer cómo esto va afectar a la vida de todos y cómo va a poder
colaborar en el cuidado del bebé. Es muy importante anticipar al primogénito
los cambios que acontecerán con la llegada del bebé.
Una buena
idea sería dedicar una mañana para hacer que el niño elija un regalo para
cuando el bebé nazca y que pueda llevárselo a la clínica el día que vaya a
conocer a su hermanito. De la misma manera los padres deberán tener preparado
un regalo para él de parte de su nuevo hermanito.
Otra idea
sería hacer partícipe al hijo mayor en la decoración del cuarto del bebé, sobre
todo si lo van a compartir.
Hay también varios cuentos infantiles que explican la
llegada de un nuevo hermanito a casa. Incluso hay algunos que explican el
proceso del embarazo simplificado en imágenes para niños, con lo cual
entenderán más fácilmente que es lo que está sucediendo en su madre y que él
pasó por lo mismo antes de nacer.
Una cosa
importante es que teniendo en perspectiva tantos cambios en la dinámica
familiar con la llegada del nuevo hermanito no debemos obcecarnos en añadir más
como el control de esfínteres, retirada del chupete o biberón, cambio de
habitación, matriculación en un centro preescolar, etc.
Proceso de adaptación
La llegada
del bebé a casa requerirá un proceso de adaptación de todos los miembros de la
familia.
Con la
llegada a casa la madre estará agotada de los esfuerzos que supone el parto y
la falta de sueño. Estas primeras 6 – 8 semanas serán agotadoras sobre todo
para las madres que decidan amamantar a sus bebés. Se sentirá más agotada que
después del nacimiento del primer hijo, ya que en esta ocasión debe responder a
los horarios de su hijo mayor y a las tomas del pequeño, que en alguna ocasión
parecerán interminables.
Hay muchas
medidas que puedes adoptar para facilitar a tu hijo la tarea de aceptar a su
hermano. Por ejemplo:
Permitirle
que mire y acaricie al pequeño
con cuidado tanto como quiera.
Dejar para
más tarde el traslado a su cuarto, para que no se le junten demasiadas
novedades al mismo tiempo.
Pedir a
vuestros familiares y amigos que cuando vayan a veros, reparen en el hijo mayor, no sólo en el bebé.
A partir de
ahí debes asumir que tu primogénito va a atravesar un proceso de adaptación, que no debes intentar suavizarle. Por
ejemplo, no le da seguridad que le compres muchos regalos para compensarle por
la llegada del hermanito. Al contrario, puede llegar a desconfiar de ti, por
haberte vuelto tan generosa. Es más pedagógico que te comportes de este otro
modo:
Todos los
días dedícale un ratito en exclusiva
(para hablar, ver fotos...). Sentirá que en cierto modo recupera aquella
atención que tenía antes de la llegada del hermano.
Anímale a expresar los sentimientos que le originan la presencia del bebé. Cuando te diga cosas como “¿cuándo lo devolvemos?”,
respóndele con cariño que el bebé forma parte de la familia y que no se irá
nunca, y que entiendes que, de momento, se sienta así por ello. No debemos
asustarnos de los pensamientos negativos que pueda tener hacia el bebé en la
primera etapa y hemos de intentar entenderlo y darle herramientas para
ayudarle.
Corrige con dulzura sus “excesos” de amor con el bebé. Si de tanto abrazarle le hace llorar, no le riñas;
pídele que te ayude a consolarle. Así le das la posibilidad de redimirse y de
sentir que puede querer a su hermanito. Si le pillas “in fraganti”, adviértele
con voz firme que desapruebas su conducta y que no debe repetirla jamás.
BIBLIOGRAFIA:
· Problemas
de conducta en niños normales.Guido
Aguilar. Editorial Trillas.