viernes, 17 de enero de 2014

GUIA TRASTORNOS DE LA ALIMENTACION EN NIÑOS CON TEA II

GUIA TRASTORNOS DE LA ALIMENTACION EN NIÑOS CON TEA II


Esta semana queremos presentaros la segunda parte de la entrada “Guía trastornos de la alimentación en niños con Tea I”.

Concretamente en esta nueva entrada hablaremos de los consejos o terapias alimenticias recomendables para ayudar a estos niños y sus familias con todo lo relacionado con la alimentación y sus dificultades.

Una de las ideas a tener en cuenta es que si se va a implantar una terapia alimenticia sería recomendable que lo hiciera alguien ajeno a la familia y fuera del ambiente familiar. De esta manera poder imponer rutinas nuevas y romper con las dinámicas de casa que pueden condicionar al niño.
Si no se puede realizar por alguien ajeno los padres tendrán, en muchos casos, que llevar a cabo un cambio de actitud a la hora de la comida muy importante.

Actitud-aptitud del adulto
“Una de las principales claves para que el niño/a con autismo comience a comer es la actitud de la persona que va a llevar a cabo la terapia de alimentación. Es fundamental, que muestre una actitud segura. Tiene que estar convencida de que el niño va a terminar comiendo, porque de lo contrario la inseguridad se verá manifestada en sus actos y el niño la captará.”

Es fundamental una actitud agradable y tranquila por parte del adulto. Ser poco habladores a la hora de comer, dando instrucciones claras y concisas sin dejar de ser afectuosos pero firmes.

Ambiente
“La idea es: sitio nuevo, normas nuevas”.

La idea es romper con las dinámicas cambiando el ambiente. Si come en el comedor pasar a hacerlo en la cocina.
El ambiente debe ser tranquilo, evitando ruidos o tránsito de personas por la casa.
Y una norma básica para cualquier niño, a la hora de comer solo se come, nada de juguetes, videos…etc.

Priorizar objetivos
“tenemos que establecer es un orden de objetivos. Suele haber muchos aspectos que hay que mejorar, sin embargo no podemos afrontarlos todos a la vez.”

Comer es más importante que comer solo, por ello, puede ser necesario empezar haciendo que tolere algunos alimentos antes de promover autonomía, por ejemplo.

Como colocarnos
“Queremos sobre todo que la relación con el niño sea buena, el ambiente tranquilo y nuestra actitud segura. Por ello, lo mejor es buscar un espacio donde podamos situarnos delante del niño y que él no tenga posibilidades de escapar.”

Es importante poder tener contacto ocular, si el niño lo acepta, para transmitir firmeza y seguridad, pero también calidez para la situación.

Elegir el momento de intervención
“Sabemos que la situación puede ser muy grave y que el deseo y la necesidad de solucionarla son grandes, sin embargo no conviene intervenir en todos los momentos de comida. Debemos elegir una sola comida al día según la disponibilidad y el tiempo que podamos emplear, lo cansados que nos encontremos nosotros y el niño o según el momento del día en el que parezca que pueda tener mayor apetito.”

Las primeras veces que plateemos la comida siguiendo estas indicaciones el niño comerá poco por lo que en las otras comidas puede compensarse. Además evitaremos un sobre estrés del niño en todas y cada una de las comidas del día al principio de implantar las nuevas rutinas.

Ley del plato vacío
“Un plato vacío es el que va a indicar al niño que el momento de la comida o que esa comida en concreto se ha terminado. Siguiendo esta ayuda visual, cuando comencemos con la terapia de alimentación, comenzaremos poniendo en el plato una cantidad mínima del alimento que queremos introducir.”

Una vez este normalizada la alimentación se tendrá que abordar el tema de la flexibilidad de pensamiento para evitar que los niños con Tea, por sus características, acaben necesitando acabar siempre todas las comidas aunque estén saciados.

Ritmo tranquilo
“Debemos evitar meter prisa al niño. El proceso lleva tiempo e intentar acelerarlo no adelanta los resultados sino todo lo contrario.”

La comida con la que empecemos a cambiar hábitos y a implantar de los mas adaptativos debe ser una comida en la que dispongamos de tiempo para seguir todas las indicaciones sin prisas.

Comer es agradable
Por ello, hay que evitar que el niño este incomodo comiendo. No engañar o meter la cuchara cuando este despistado. No forzar de malos modos…etc.

Paciencia
“La intervención en un trastorno de la alimentación de un niño con TEA es un proceso lento y costoso, en el que no existen tiempos de referencia prefijados o estandarizados. Cada caso, cada niño es diferente, por lo que intentar comparar con otros casos además de no proporcionarnos información útil, no es beneficioso.”

Tener paciencia, respetar los ritmos del niño y valorar cualquier pequeño avance. No avanzar no será sinónimo de retroceso, solo de que esa técnica en concreto no es la adecuada y tendremos que probar otra.

Entender al niño en su globalidad
“A medida que le vayamos dotando al niño de herramientas comunicativas, con sistemas que le ayuden a la comprensión como las agendas de anticipación, y aumentando sus capacidades expresivas, repercutirá positivamente en la intervención alimenticia, ya que nos facilitará cualquier tipo de negociación que establezcamos, así como sistemas de reforzadores y tiempos condicionales.”

A medida que el niño crezca y desarrolle habilidades la intervención será más fácil porque dispondrá de más recursos para poder entender lo que está pasando.
Otras estrategias:
Apoyos visuales
Informar al niño de que va a comer y de con quien, del cómo y del cuándo. Cada información puede ir complementada con un apoyo visual (imagen grafica, un dibujito).

Contar
Hacerle ver que la situación desagradable no se prolongara para siempre sino que tiene un fin. “3 cucharadas y se acabo”, son técnicas habituales y muy eficaces.

Negociaciones y refuerzo
Pactar con el niño reforzadores si acaba de comer también es una buena estrategia.

Control físico
Es desaconsejable que se utilice el control físico del niño, pero en momentos muy puntuales y de una forma muy suave se puede contener la mano del niño si la utiliza para tirar la comida todo el tiempo.

La mejor opción
Al iniciar la implantación de nuevos alimentos una opción es empezar con variaciones leves de lo que le gusta.

Materiales
Existen muchos materiales que pueden ayudar a los niños a desarrollar autonomía y a hacer que la hora de la comida sea más agradable. Chucharas ergonómicas, platos de plástico con dibujos…etc.

Juegos
En muchos casos los niños con Tea tiene muy sensible la zona oral y no quieren que nada ni nadie les toque la boca, por ello se pueden emplear juegos para desensibilizar y para fortalecer la musculatura que les ayudara a masticas mejor.

… etc.

Todas estas son algunas de las ideas que nos ofrece la guía sobre alimentación de niños y niñas con Tea que ha editado  la federación autismo Madrid y que podéis encontrar en:


Silvia Pastor López
Psicóloga
Col. 17944


jueves, 2 de enero de 2014

TERAPIA ABA (Análisis del Comportamiento Aplicado)



TERAPIA ABA

(Análisis del Comportamiento Aplicado; Aplied Behaviour Analysis)

Hace semanas publicamos un artículo sobre los trastornos generalizados del desarrollo y más específicamente sobre el Autismo. En la siguiente entrada explicamos que es la Terapia ABA (Applied Behaviour Analysis, análisis aplicado al comportamiento); terapia considerada por muchos expertos como el abordaje terapéutico con más eficacia para niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
La intervención basada en ABA es la única modalidad de tratamiento avalada por numerosos estudios empíricos en el campo del autismo y trastornos generalizados del desarrollo, desde que el Dr. O. Ivar Lovaas publicase su trabajo en el año 1987.

La terapia ABA tiene como objetivo mejorar la comunicación, el juego, las habilidades sociales, académicas y de autoayuda. Estas bases tienen gran impacto en la capacidad de los niños con TEA para aprender, desarrollar habilidades para la vida y funcionar de manera más independiente. La terapia es individualizada, cada niño trabaja con el profesional capacitado y se centra en enseñar nuevas habilidades y el manejo y control de comportamientos inadecuados, enfocándose en disminuir o extinguir los excesos y en aumentar o fomentar los déficits.

La edad de inicio del tratamiento está estrechamente vinculada con la eficacia terapéutica, cuanto más temprana mayores probabilidades de efectividad. La edad ideal de inicio está entre los dos y cinco años, aunque se ha demostrado ser útil en niños con mayor edad.
En cuanto a la intensidad del tratamiento, se recomienda que se realice la mayor cantidad de horas de tratamiento que sea posible. De la mayoría de los trabajos se desprende que un buen programa no debe ser inferior a las 20-30 horas semanales.

Procedimiento de la terapia

El primer paso del enfoque ABA es la realización de un análisis general de los comportamientos y habilidades del sujeto a intervenir, esta evaluación debe incluir varias áreas como la académica, ocupacional, ocio, autocuidado y social.
Existen unos principios generales, y se debe tener presente que cada niño es único y trabaja a un ritmo diferente.


La directriz general de esta intervención es la promoción de conductas adaptativas y la supresión o la disminución de aquellas que resultan perturbadoras para sí mismo o para otros, como desobediencia, desatención, hiperactividad, agresividad. Para ello utiliza reforzamientos positivos que estimulan las conductas adecuadas. Se favorece la integración del individuo en los diferentes ambientes donde se desenvuelve, se enseña habilidades básicas de observación, escucha, seguimiento de instrucciones, imitaciones, y hábitos de trabajo. Además se le ayuda a adquirir un alto grado de independencia y la más alta calidad de vida posible.

De acuerdo con los planteamientos de esta terapia los comportamientos indeseados son en la mayoría de los casos adquiridos, se repiten porque en niño ha aprendido que con su ejecución obtiene lo que desea. Para abordar las conductas inapropiadas, se realiza un análisis de los posibles desencadenantes del mismo que pueden ser de origen fisiológico (hambre, dolor,….) o relacionados con el ambiente externo. Se opta por identificarlos y evitarlos tempranamente. Si no se evidencia un desencadenante claro o si a pesar de las correcciones la conducta persiste, se recomienda utilizar otro tipo de estrategia como ignorar el comportamiento o aplicar consecuencias más negativas, además se enseña a alcanzar los mismos objetivos a través de conductas más apropiadas.
Esta terapia está dirigida a Niños, jóvenes y adultos con autismo y otras discapacidades como el síndrome de Down, hiperactividad y déficit cognitivo entre otros que presentan problemas de comportamiento manifestados en conductas tales como aislamiento, desinterés, apatía, llanto, pataletas, gritos, auto agresión, desobediencia, comportamientos desafiantes, obsesiones, rituales, desatención visual y auditiva, atención selectiva, dificultad para mantenerse sentados, hipo o hiperactividad, así como la inhabilidad para aprender a través de los métodos convencionales como la observación, la escucha, el seguimiento de instrucciones y la imitación.

Tratamiento

Parte fundamental del tratamiento de ABA es que debe ser realizado en ambientes estructurados adecuados, donde el menor pueda aprender nuevas habilidades; no obstante, el menor deberá también practicar estas habilidades en el ambiente natural donde se desenvuelve, con el fin de que pueda generalizar lo aprendido y aplicarlo en su vida diaria.

Dentro de un programa ABA se consideran ambientes adecuados para la generalización de habilidades: la casa y sus alrededores, el colegio, la comunidad (parques, cines, teatro, salas de video juegos e internet, centros comerciales, restaurantes, supermercados, peluquerías, piscina, finca, zoológicos, consultorios, clínicas, oficinas, almacenes, tiendas, casas de familiares y amigos, medios y terminales de transporte, aeropuertos y otros).

Todo programa de ABA debe ser dirigido por un analista de comportamiento que esté permanentemente al frente de su equipo profesional.



BIBLIOGRFIA






Lucía Galván Trapote
Psicóloga.
Especialista en Atención precoz y familia
Num. Col. 18562