jueves, 2 de enero de 2014

TERAPIA ABA (Análisis del Comportamiento Aplicado)



TERAPIA ABA

(Análisis del Comportamiento Aplicado; Aplied Behaviour Analysis)

Hace semanas publicamos un artículo sobre los trastornos generalizados del desarrollo y más específicamente sobre el Autismo. En la siguiente entrada explicamos que es la Terapia ABA (Applied Behaviour Analysis, análisis aplicado al comportamiento); terapia considerada por muchos expertos como el abordaje terapéutico con más eficacia para niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
La intervención basada en ABA es la única modalidad de tratamiento avalada por numerosos estudios empíricos en el campo del autismo y trastornos generalizados del desarrollo, desde que el Dr. O. Ivar Lovaas publicase su trabajo en el año 1987.

La terapia ABA tiene como objetivo mejorar la comunicación, el juego, las habilidades sociales, académicas y de autoayuda. Estas bases tienen gran impacto en la capacidad de los niños con TEA para aprender, desarrollar habilidades para la vida y funcionar de manera más independiente. La terapia es individualizada, cada niño trabaja con el profesional capacitado y se centra en enseñar nuevas habilidades y el manejo y control de comportamientos inadecuados, enfocándose en disminuir o extinguir los excesos y en aumentar o fomentar los déficits.

La edad de inicio del tratamiento está estrechamente vinculada con la eficacia terapéutica, cuanto más temprana mayores probabilidades de efectividad. La edad ideal de inicio está entre los dos y cinco años, aunque se ha demostrado ser útil en niños con mayor edad.
En cuanto a la intensidad del tratamiento, se recomienda que se realice la mayor cantidad de horas de tratamiento que sea posible. De la mayoría de los trabajos se desprende que un buen programa no debe ser inferior a las 20-30 horas semanales.

Procedimiento de la terapia

El primer paso del enfoque ABA es la realización de un análisis general de los comportamientos y habilidades del sujeto a intervenir, esta evaluación debe incluir varias áreas como la académica, ocupacional, ocio, autocuidado y social.
Existen unos principios generales, y se debe tener presente que cada niño es único y trabaja a un ritmo diferente.


La directriz general de esta intervención es la promoción de conductas adaptativas y la supresión o la disminución de aquellas que resultan perturbadoras para sí mismo o para otros, como desobediencia, desatención, hiperactividad, agresividad. Para ello utiliza reforzamientos positivos que estimulan las conductas adecuadas. Se favorece la integración del individuo en los diferentes ambientes donde se desenvuelve, se enseña habilidades básicas de observación, escucha, seguimiento de instrucciones, imitaciones, y hábitos de trabajo. Además se le ayuda a adquirir un alto grado de independencia y la más alta calidad de vida posible.

De acuerdo con los planteamientos de esta terapia los comportamientos indeseados son en la mayoría de los casos adquiridos, se repiten porque en niño ha aprendido que con su ejecución obtiene lo que desea. Para abordar las conductas inapropiadas, se realiza un análisis de los posibles desencadenantes del mismo que pueden ser de origen fisiológico (hambre, dolor,….) o relacionados con el ambiente externo. Se opta por identificarlos y evitarlos tempranamente. Si no se evidencia un desencadenante claro o si a pesar de las correcciones la conducta persiste, se recomienda utilizar otro tipo de estrategia como ignorar el comportamiento o aplicar consecuencias más negativas, además se enseña a alcanzar los mismos objetivos a través de conductas más apropiadas.
Esta terapia está dirigida a Niños, jóvenes y adultos con autismo y otras discapacidades como el síndrome de Down, hiperactividad y déficit cognitivo entre otros que presentan problemas de comportamiento manifestados en conductas tales como aislamiento, desinterés, apatía, llanto, pataletas, gritos, auto agresión, desobediencia, comportamientos desafiantes, obsesiones, rituales, desatención visual y auditiva, atención selectiva, dificultad para mantenerse sentados, hipo o hiperactividad, así como la inhabilidad para aprender a través de los métodos convencionales como la observación, la escucha, el seguimiento de instrucciones y la imitación.

Tratamiento

Parte fundamental del tratamiento de ABA es que debe ser realizado en ambientes estructurados adecuados, donde el menor pueda aprender nuevas habilidades; no obstante, el menor deberá también practicar estas habilidades en el ambiente natural donde se desenvuelve, con el fin de que pueda generalizar lo aprendido y aplicarlo en su vida diaria.

Dentro de un programa ABA se consideran ambientes adecuados para la generalización de habilidades: la casa y sus alrededores, el colegio, la comunidad (parques, cines, teatro, salas de video juegos e internet, centros comerciales, restaurantes, supermercados, peluquerías, piscina, finca, zoológicos, consultorios, clínicas, oficinas, almacenes, tiendas, casas de familiares y amigos, medios y terminales de transporte, aeropuertos y otros).

Todo programa de ABA debe ser dirigido por un analista de comportamiento que esté permanentemente al frente de su equipo profesional.



BIBLIOGRFIA






Lucía Galván Trapote
Psicóloga.
Especialista en Atención precoz y familia
Num. Col. 18562




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