La motricidad fina es una habilidad que desarrolla el ser humano y nos
resulta muy útil en nuestra vida cuotidiana. La utilizamos todos los días sin
darnos cuenta. Gestos tan comunes como sonreír, atarnos los zapatos,
abrocharnos un botón, etc.
Cuando hablamos de la motricidad fina nos referimos a la habilidad de
realizar actividades que necesitan de una precisión y un elevado nivel de
coordinación.
Son muchas las personas que creen que la motricidad fina hace referencia a
la realización de actividades manuales, pero no es así. Los aspectos de la
motricidad fina que se han de trabajar y son necesarios en nuestro día a día,
son:
- Coordinación viso-manual
- Motricidad facial
- Motricidad fonética
- Motricidad gestual
Merece la pena hacer una aclaración en este punto y es que la motricidad
fina nos permite planificar y ejecutar un movimiento pero no da ni un sentido
ni una finalidad al movimiento, esto forma parte de la cognición de cada
individuo. Un ejemplo seria el niño que es capaz de pronunciar cualquier sonido
de nuestra lengua sin dificultad pero no
los pone donde debería cuando pronuncia las palabras. Puede que no entienda que
los sonidos entre si forman palabras y que al no colocarlos donde toca o
cambiarlos por otro cambiaran el significado. En este caso la motricidad fina
seria adecuada lo que fallaría seria la adquisición fonológica del niño.
La motricidad fina implica un nivel elevado de maduración y un aprendizaje
gradual hasta la plena adquisición de cada uno de sus aspectos, ya que hay
diferentes niveles de dificultad y precisión.
Desarrollo de la Motricidad Fina
EI desarrollo de la motricidad fina es decisivo para la habilidad de
experimentación y aprendizaje sobre su entorno y juega un papel importante en
el desarrollo de la inteligencia, ya que le permite tener nuevas experiencias y
nuevos aprendizajes. Así como la motricidad gruesa, las habilidades de
motricidad fina se desarrollan en un orden progresivo, pero a un paso desigual
que se caracteriza por progresos acelerados y en otras ocasiones, frustrantes
retrasos que son inofensivos. Siempre va bien recordar que sin frustración no
hay aprendizaje.
Lactantes (0- 12 meses)
Las manos de un recién nacido están cerradas la mayor parte del tiempo y,
como el resto de su cuerpo, tienen poco control sobre ellas. Si se toca su palma,
cerrara su puño fuertemente, pero esto es una acción de reflejo inconsciente
llamado el reflejo Darwinista, y desaparece en un plazo de dos a tres meses.
Así mismo, el bebé cogerá un objeto puesto en su mano, pero sin ningún
conocimiento de lo que está haciendo.
Aproximadamente a las ocho semanas, comienzan a descubrir y jugar con sus
manos, al principio solamente involucrando las sensaciones del tacto, pero
después, cerca de los tres meses, involucran también la vista.
La coordinación ojo-mano comienza a desarrollarse entre los 2 y 4 meses,
comenzando así un periodo de práctica en el que al ver los objetos intenta
cogerlos.
A los cuatro o cinco meses, la mayoría de los bebés pueden tomar un objeto
que este a su alcance, mirando solamente el objeto y no sus manos. Este logro
se considera un hito importante en el desarrollo de la motricidad fina.
A la edad de seis meses, los bebés pueden tomar un pequeño objeto con
facilidad por un corto espacio de tiempo, y muchos comienzan a golpear objetos.
Aunque su habilidad para sujetarlos sigue siendo torpe, adquieren fascinación
por coger objetos pequeños e intentar ponerlos en su boca.
Durante la última mitad del primer año, comienzan a explorar y probar
objetos antes de cogerlos, tocándolos con la mano entera y en ocasiones,
empujarlos con su dedo índice.
Uno de los logros de la motricidad fina más significativo es el coger cosas
usando el pulgar y el índice o el pulgar y el resto de dedos como una pinza (la
pinza), lo cual suele aparecer entre los 12 y 15 meses.
Infancia (1-3 años)
Esta etapa se caracteriza porque los niños aprenderán a desplazarse de
manera autónoma y esto les permitirá explorar más lejos de las cosas que les
rodean. Hay que recordar que no todos los niños gatean, pero en el caso que lo
consigan, esto les permitirá autonomía de desplazamiento un tiempo antes. De
esta manera ellos podrán acercarse hasta los elementos que le interesen sin
necesidad de esperar a que se los acerquen. En conclusión ganaran tiempo de
exploración y autonomía entre otras cosas.
En esta etapa desarrollan la capacidad de manipular objetos de manera más
compleja, incluyendo la posibilidad de marcar el teléfono, tirar de cuerdas,
empujar palancas, darle vuelta a las páginas de un libro, y utilizar colores
para hacer garabatos.
En vez de hacer solo garabatos, sus dibujos incluyen patrones, tales como
círculos. Su juego con los cubos es más elaborado y útil que el de los
lactantes, ya que pueden hacer torres de hasta 6 cubos.
En esta etapa sus dibujos se centran en el placer de dibujar pero aún no han
adquirido una capacidad simbólica.
Preescolar (3-5 años)
En esta etapa se aprenderán las tareas que necesitan más precisión como
manejar los cubiertos o atar los cordones de los zapatos, estas representan un
mayor reto al que tienen con las actividades de motricidad gruesa aprendidas
durante este periodo de desarrollo.
Algunos niños alrededor de los tres años ya tienen control sobre el lápiz.
Pueden dibujar un círculo, aunque al tratar de dibujar una persona sus trazos
son aún muy simples.
Es común que los niños de cuatro años ya puedan utilizar las tijeras,
copiar formas geométricas y letras, abrocharse botones grandes, hacer objetos
con plastilina de dos o tres partes. Algunos pueden escribir sus propios
nombres utilizando las mayúsculas.
A los cinco años además del dibujo también pueden cortar, pegar, y trazar
formas. Pueden abrochar botones visibles.
Coordinación Viso-Manual
La coordinación manual conducirá al niño al dominio de la mano. Los
elementos más afectados, que intervienen directamente son:
-la mano
-la muñeca
-el antebrazo
-el brazo
Es muy importante tenerlo en cuenta ya que antes de exigir al niño una
agilidad y ductilidad de la muñeca y la mano en un espacio reducido como una
hoja de papel, será necesario que pueda trabajar y dominar este gesto más
ampliamente en el suelo, pizarra y con elementos de poca precisión como la
pintura de dedos.
Actividades que ayudan a desarrollo la coordinación viso-manual:
- Pintar
- Punzar
- Enhebrar
- Recortar
- Moldear
- Dibujar
- Colorear
- Realizar laberintos
Coordinación Facial
Este es un aspecto de suma importancia ya que tiene dos adquisiciones:
1.- El dominio muscular
1.- El dominio muscular
2.- La posibilidad de comunicación y relación que tenemos con la gente que
nos rodea a través de nuestro cuerpo y especialmente de nuestros gestos
voluntarios e involuntarios de la cara. Más conocido como lenguaje no verbal.
Debemos de facilitar que el niño a lo largo de su infancia domine esta
parte del cuerpo, para que pueda disponer de ella en su comunicación.
El poder dominarlos los músculos de la cara y que respondan a nuestra voluntad
nos permite acentuar unos movimientos que nos llevaran a poder exteriorizar
unos sentimientos, emociones y manera de relacionarnos, es decir actitudes
respecto al mundo que nos rodea.
Articulación fonética:
Para ayudar a entender este apartado existe una
publicación anterior “Desarrollo del lenguaje de 0 a 24 meses” (http://atencionprecozyfamilia.blogspot.com.es/search/label/lenguaje).
La articulación fonética es un aspecto dentro de la motricidad muy
importante a estimular y a seguir de cerca para garantizar un buen dominio de
la misma.
El niño en los primeros meses de vida: Descubre las posibilidades de emitir
sonidos. No tiene sin embargo la madurez necesaria que le permita una emisión
sistemática de cualquier sonido ni tan siquiera la capacidad de realizarlos
todos, es simplemente una emisión espontánea y aleatoria. Ha iniciado ya en
este momento el aprendizaje que le ha de permitir llegar a la emisión correcta
de palabras.
Este método llamará la atención la atención del niño hacia la zona de
fonación y hacia los movimientos que se hacen lentamente ante él, posibilitando
la imitación como en tantas otras áreas; el medio de aprender será imitar su
entorno.
Poco a poco ira emitiendo sílabas y palabras que tendrán igualmente una respuesta,
especialmente cuando no se trate de una conversación sino de un juego de decir
cosas y aprender nuevas palabras, hacer sonidos de animales u objetos.
Hacia el año y medio el niño:
-Puede tener la madurez para iniciar un lenguaje.
- A partir de los 15 meses pueden decir 5 palabras, incluidos nombres de
personas y es capaz de vocalizar cuando quiere una cosa.
Estos juegos motrices tendrán que continuar sobre todo para que el niño
vaya adquiriendo un nivel de conciencia más elevado.
Entre los 2-3 años el niño:
-Tiene posibilidades para sistematizar su lenguaje, para perfeccionar la
emisión de sonidos.
-Y para concienciar la estructuración de las frases y hacerlas cada vez más complejas.
-Y para concienciar la estructuración de las frases y hacerlas cada vez más complejas.
Al final del tercer año quedarán algunos sonidos para perfeccionar y unas
irregularidades gramaticales y sintácticas a consolidar.
Todo el proceso de consolidación básica se realizará entre los tres y cinco
años, cuando el niño puede y tendrá que hablar con una perfecta emisión de
sonidos y por consiguiente con un verdadero dominio del aparato fonador.
El resto del proceso de maduración lingüística y de estilo se hará a la
larga en el transcurso de la escolarización y la maduración del niño.
Coordinación Gestual
Las manos
Para la mayoría de las tareas además del dominio global de la mano también
se necesita también un dominio de cada una de las partes: cada uno de los
dedos, el conjunto de todos ellos.
Se pueden proponer muchos trabajos para alcanzar estos niveles de dominio, pero tenemos que considerar que no lo podrán tener de una manera segura hasta los 10 años.
Dentro del preescolar una mano ayudara a otra para poder trabajar cuando se necesite algo de precisión. Hacia los tres años podrán empezar a intentarlo y serán conscientes de que necesitan solamente una parte de la mano. Alrededor de los 5 años podrán intentar más acciones y un poco más de precisión.
Se pueden proponer muchos trabajos para alcanzar estos niveles de dominio, pero tenemos que considerar que no lo podrán tener de una manera segura hasta los 10 años.
Dentro del preescolar una mano ayudara a otra para poder trabajar cuando se necesite algo de precisión. Hacia los tres años podrán empezar a intentarlo y serán conscientes de que necesitan solamente una parte de la mano. Alrededor de los 5 años podrán intentar más acciones y un poco más de precisión.
Carolina Cardona
Logopeda Col. 3644