EL ESTRÉS
INFANTIL
La infancia es un período que se caracteriza por cambios
y adaptaciones del día a día. Los niños deben hacer frente a esas nuevas
situaciones para poder superar los cambios de una etapa a otra; y son
precisamente esos factores o situaciones que producen ansiedad y tensión,
llevándolos a comportarse de una manera distinta a la acostumbrada. Esto es lo
que se conoce como “Estrés infantil”. El estrés es un conjunto de reacciones,
tanto a nivel biológico como psicológico que se producen por ciertas
situaciones que el niño no puede controlar, alterando su equilibrio general.
Los factores de los que va a depender la reacción de
estrés en el niño son:
- Efectos o estímulos que están estresando al niño.
- Percepción que tiene el niño ante estos efectos o
estímulos que le causan estrés, es decir tal vez no se siente capaz de
enfrentarlos o cree en la capacidad de controlar lo que siente ante algún
factor estresante.
- Comportamiento del niño ante situaciones estresantes.
- Impacto que tiene sobre su desempeño escolar,
relaciones sociales, familiares, salud física y emocional.
En la infancia, de forma similar a lo contrastado en otras franjas
evolutivas, la valoración del impacto, así como el afrontamiento de
acontecimientos estresantes, parece diferir en función de una amplia gama de
variables y circunstancias (Méndez-Carrillo, Orgilés-Amorós y Espada-Sánchez,
2004; Sandín, 2003;Valencia-García y Andrade-Palos, 2005).
Eventos que estresan a los niños:
-
Estresores dentro del ámbito familiar: Divorcio o separación de los padres, duelo de uno o
ambos padres, maltrato físico por parte de los padres, abusos sexuales en el
hogar, el nacimiento de un nuevo integrante en la familia, etc.
-
Estresores en el ámbito escolar: El cambio a nivel escolar afecta su rendimiento
académico siendo más notable en los niños que en las niñas, un examen en el
colegio, hablar en público u olvidar hacer una tarea o trabajo, ser molestado
por niños mayores, terminar sus trabajos más tarde que los demás, ser
ridiculizado en clase, cambiarse de escuela, llegar tarde al colegio.
-
Estresores en el ambiente social: El ritmo de vida tan acelerado y cambiante que
llevamos; ir al dentista o al hospital; actividades extraescolares;etc.
Cómo reacciona un niño ante el estrés
Cada niño es diferente por lo tanto reacciona de distinta manera ante el
estrés; así también los síntomas que el niño presente como respuesta ante éste,
varían de acuerdo al entorno familiar y escolar.
Factores emocionales y de conducta
- Sensibilidad.
- Se muestran más temerosos.
- Tienen poca confianza en sí mismos.
- Están preocupados innecesariamente.
- Tristeza.
- Ansiedad.
- Indiferencia.
- Tienden a retrasar sus deberes.
- Despistados.
- Presentan bajo rendimiento escolar.
- Son exigentes y desafiantes.
- Su temperamento se exalta, molestan a otros niños.
Síntomas Físicos
- Lloran sin causa alguna.
- Sudor en las palmas de las manos.
- Dolores de cabeza y de estómago.
- Se tuercen o arrancan los cabellos, se muerden las uñas.
- Pueden llegar a orinarse.
- Perturbación del sueño, tienen pesadillas.
Síntomas físicos en el niño ante estrés excesivo
- Dolor de cabeza.
- Molestia estomacal.
- Problemas para dormir.
- Pesadillas.
- Mojar la cama, por primera vez o de manera recurrente.
- Disminución del apetito.
- Cambios en los hábitos alimentarios.
Síntomas emocionales en el niño con estrés excesivo
- Ansiedad.
- Se siente preocupado.
- Irritabilidad.
- Miedos que pueden ser nuevos o recurrentes.
- No quiere estar solo, se aferra a sus padres.
- Comportamiento agresivo.
- Se muestra necio.
- Puede presentar regresiones, es decir comportamientos típicos de etapas anteriores del desarrollo.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo si esta estresado?
Como padres, vosotros sois quienes mejor conocéis a vuestro hijo e incluso
podéis saber en algunas ocasiones como va a reaccionar ante un factor estresor,
por lo tanto será importante orientarlos sobre la manera más saludable de
enfrentar la situación. Algunas sugerencias son:
- Transmitirle tranquilidad al niño y demostrarle que está seguro en casa.
- Ser tolerantes y enseñarle a que lo sea ante las personas y situaciones que le causen frustración.
- Es bueno avanzar al niño los acontecimientos importantes y establecer con ellos unas rutinas, eso les ayudará a ser predecibles.
- Entre las causas que pueden estresar al niño, muchas se relacionan con la escuela por lo que es muy importante elegir el colegio más adecuado para la personalidad del niño.
- Como padres tenemos que provocar que el niño sea más abierto y comunicativo, así podrá expresar más fácilmente y con mayor libertad sus sentimientos, preocupaciones y miedos.
- Es muy importante enseñar a los niños a ser asertivos, es decir saber decir No ante determinadas situaciones y por supuesto a que confíe en los demás (maestros, familiares) para pedir ayuda.
- Escucharlos sin criticar.
- Debemos conocer y poner mucho cuidado ante los signos de estrés no resuelto en el niño.
- Estar pendiente de que realicen sus deberes pero también de que tengan momentos de descanso y relajación, de igual manera vigilar su alimentación para que sea saludable.
- Si detectamos que los signos de estrés no disminuyen ni desaparecen en el niño durante un período prolongado de tiempo, entonces no debemos esperar al "Luego se le pasará", busquemos asesoramiento profesional.
El terapeuta
realizará todas las pruebas pertinentes para determinar el grado de estrés en
el niño y la mejor forma tratarlo; es muy importante para ello la participación
de la familia ya que el profesional da consejos a los padres sobre cómo tratar
al niño, qué exigirle y cuanto.
BIBLIOGRAFIA:
B. Sandín. (2003). El
estrés: un análisis basado en el papel de los factores sociales. Revista
Internacional de Psicología clínica y de la Salud. ISSBN 1576-7329. Vol. 3,
Nº1. Pp.141-157.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=325942
http://www.aepc.es/ijchp/articulos_pdf/ijchp-196.pdf
http://156.35.33.98/reunido/index.php/PST/article/view/8827
Lucía Galván Trapote
Psicóloga. Num. Colegiado. 18562