viernes, 6 de abril de 2012

Hábitos 0-2


Hábitos 0-2

El ser humano es la única especie humana que requiere, al nacer y durante los primeros años de vida, de otro para sobrevivir. Es por ello que a los bebés se les han de dar mil y una atenciones, cubrirles todas las necesidades básicas, lo que los convierte, al nacer, en completamente dependientes del adulto. Hay que implantar todos los hábitos, imponer todas las rutinas, pero ¿Para siempre? ¿Cuándo mi hijo podrá empezar ha hacer las cosas por si solo? ¿Cómo puedo ayudarlo? ¿En edades tan tempranas podemos empezar a plantearnos estos temas? ¿Me estoy precipitando al querer que haga las cosas por si solo? o ¿lo estoy mimando demasiado? ¿Por donde empiezo?

Esperamos que esta entrada os de algo de luz sobre este asunto, ¡que la disfrutéis!

Cualquier niño, pero especialmente los bebés, son muy sensibles a los cambios en su vida cotidiana y les gusta, disfrutan y necesitan, de un horario estable, que nos permitirá, a medida que vayan creciendo, poder también implantar unas normas y limites claros.

¿Por qué es importante que nuestro bebe tenga un horario claro? Porque así el pequeño podrá estar seguro en su nuevo ambiente, ir integrando las cosas que pasan a su alrededor, entender quienes son las personas importantes porque siempre están presentes y poder empezar, poco a poco, a anticipar las cosas, sabiendo que va después de cada actividad.

¿Cómo poder implantar un horario claro? Esto será mas complejo para los padres que para los bebés. Los bebés asumen con mucha facilidad un horario claro y disfrutan de las situaciones regladas y pautadas. La idea básica es implantar ese horario de forma estable y dar a cada una de las situaciones de cuidado del bebé el tiempo necesario para poder hacerlas con tranquilidad y disfrutando todos de este tiempo en el que nos relacionamos con los niños.

La idea de que al nacer los niños solo comen, duermen y hacen caca, esta muy extendida, y ciertamente, los bebés al poco de nacer pasan la mayor parte de su tiempo haciendo estas actividades por lo que le dedicareis mucho tiempo a ellas, pero ¿Qué hay del “tiempo” de juego? ¿Y enseñarle a ser autónomo?, estas actividades también son importantes y hay que dedicarles un rato cada día.
Poder organizar todas estas actividades os ayudara a estar más tranquilos y transmitir esa tranquilidad a vuestros hijos. Somos las personas adultas las que estamos al cuidado de los niños los que tenemos que adaptarnos a sus ritmos.

Hábitos alimenticios, de sueño e higiene:
Los ritmos de sueño y alimentación se suelen dar en ciclos cortos de 3 horas aproximadamente. El bebé se despierta cada 3 horas para comer y luego vuelve a dormirse.
Desde que nace hasta los 6 meses este suele ser el ritmo de los bebés por lo que tendremos que organizar el resto de actividades entorno a ellos. Los bebés suelen dormir una media de entre 16 y 20 horas diarias. Son capaces de dormir muchas horas seguidas.  Y entre todas esas horas habrá que cambiarlo de pañales. ¿Cuándo? Cada vez que se ensucie y se queje. Si el bebé esta dormido y no se queja no es necesario despertarlo expresamente para cambiarlo de pañal, no es necesario romperle el ciclo de sueño, lo haremos cuando se despierte o cuando se queje. Para cambiar los pañales hemos de tomarnos un tiempo y acompañarlo con caricias y mimos. A partir de los 6 meses el sueño profundo no se da durante tantas horas, pasan más tiempo despiertos  y duermen una media de unas 14 horas diarias de las cuales 10 son por la noche, con dos siestas a media mañana y la del mediodía que suele ser de 2-3 horas de media.

Desde el primer día es recomendable ayudar a los niños a diferenciar el día de la noche, los periodos de comer con los de jugar o dormir. Para ello es importante que durante el día el pequeño este en ambientes con luz y con ruidos ambientales y por la noche en ambientes oscuros sin ruidos y tranquilos. Ayudarlo a diferenciar entre ambientes de comer y de jugar le ayudara también a empezar a modular y predecir qué actividades tocaran, y actuar en consecuencia. Darle de comer en la “trona” en la cocina, colocarle siempre el babero y que la persona que le de de comer sea prioritariamente la misma, cantando una canción siempre al iniciar esta rutina le ayudara a integrarla mejor. Lo mismo pasa con el cambio de pañales, intentar hacerlo en el mismo sitio (siempre que sea posible) y con un elemento como una canción o unas caricias que lo hagan un momento divertido ayudara al pequeño en su desarrollo.

La hora del baño es otra de las actividades que hay que incluir en el horario. Este puede ser uno de los mejores momentos del día y se tiene que aprovechar para establecer un buen vínculo con el niño. Un momento de contacto físico, con caricias, donde escuchar la voz de la madre, del padre o de cualquier otra persona significativa para el bebe. Es un momento que a los bebés relaja y ayuda a que entren en el sueño. Aunque como en todo, puede haber algún bebé que no disfrute tanto de este momento.

Hábitos de autonomía:
Desde los 8 meses ya pueden ayudar cuando se les viste.
Desde los 12-14 meses ya puede empezar a comer con la cuchara, se lleva un vaso de agua solo a la boca, ayuda a recoger juguetes, empiezan a imitar las tareas de casa y las acciones de sus figuras de referencia.
Vuestro hijo pasa de ser una persona totalmente dependiente a empezar a adquirir parcelas de autonomía, pequeñas cosas que puede empezar a hacer solo y que tenemos que promover, ayudándolo y dándole soporte pero también permitiendo que pruebe, que se equivoque y que vuelva a empezar y a intentarlo.

Rato Lúdico:
También hemos de incluir en este horario un rato de juego lúdico y de exploración del ambiente, juegos simples en compañía de la madre o padre, presentándole al pequeño canciones, objetos simples y actividades. De los 0 a los 6 meses, aunque parezca que no se puede jugar con los bebés se les puede empezar a estimular con caricias y moviendo muy cerca de su cara objetos de un lado para otros para que los sigan con la mirada. Es probable que durante los 4 primeros meses muestren más interés por las caras de personas que por objetos, pero poco a poco sentirán interés por los objetos. Así mismo a partir de los 4 meses ya sonríe y espera que le sonrían, se pueden esconder objetos y ver como se maravillan al reencontrarlos, ayudarlo a dar palmitas así como darle oportunidades para que explore.  A partir de los 6 meses se puede jugar a enseñarle el esquema corporal, ratitos frente al espejo para que se mire las manos, la nariz, la boca, y así ayudar a que explore su propio cuerpo. Darles un papel y que empiecen a hacer garabatos así como leerles cuentos y que puedan manipular con diferentes texturas, pasándolas de un reticente a otro, son actividades lúdicas que podéis hacer con los peques a partir de que edad, sin prisas entendiendo que cada niño tiene sus propios ritmos y sus propios intereses. A partir de los 12 meses los juegos de los que disfrutan son muchos más y mas variados, ¡tendréis la sensación de que ya podéis hacer muchas mas cosas con vuestros bebés! Cantar, bailar,  hablarle, leer con el, enseñarle fotos de la familia (18meses), que pueda seguir ordenes sencillas, ayudar en pequeñas tareas (tráeme esto, ayudar a recoger…etc.).

Ya tenemos claro la necesidad de una rutina y un horario estables. ¿Y el chupete?, ¿y dormir con los bebés en la misma habitación?, ¿y cogerlos en brazos?

El chupete puede ayudar al niño a que calme el llanto, porque así se satisface su necesidad instintiva de chupar. No obstante, si es un niño que toma el pecho es recomendable que no se le de el chupete durante los primeros meses porque sino se puede confundir con el pezón de la madre.
Es importante que tengáis en cuenta que un uso prolongado del chupete o de utilizar los dedos (hacer la pipa) puede provocar deformaciones en el paladar, en los dedos, lenguas hipotónicas (es decir con menos movilidad menos tono muscular/fuerza/agilidad) y que todo eso puede repercutir en la alimentación y en el desarrollo del lenguaje por lo que una retirada a tiempo es la mejor de las victorias.

Dormir en la misma habitación que los padres es habitual cuando los pequeños son bebés, pero hemos de tener en mente que es importante que integre su habitación como un espacio propio y por lo tanto deberá dormir en ella cuando lo veáis preparado.

Mecer a los bebés es muy habitual, es una actividad tranquila y que les relaja, el contacto físico con la madre es muy positivo y necesario. No obstante, tenéis que tener en cuenta que estas actividades se pueden hacer en ratos de ocio o momentos de mimos pero que en el momento que empiezan a sostenerse solos (9 meses) y dar los primeros pasos (12-14 meses) hay que dejar que los niños exploren y ejerciten sus habilidades.

Bibliografía:
Créixer amb tu. Els infants de 0 a 18 meses. Una petita guía per a pares i mares. Generalitat de Catalunya.
Taula llevant.

Silvia Pastor Lopez
Psicologa
Col.17944

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