viernes, 23 de noviembre de 2012

TRASTORNOS DEL DESARROLLO PSICOMOTOR



En este documento haremos referencia a los trastornos del desarrollo psicomotor. Dichos trastornos reflejan siempre alteraciones en las que se ven afectados varios aspectos del desarrollo del niño, por eso será importante poder intervenir cuanto antes ya que el trastorno puede ir repercutiendo negativamente en otras áreas del niño, agravando y perjudicando su desarrollo posterior.
Lo más frecuente en estos trastornos es la presencia de una característica torpeza de movimientos acompañados de un cierto grado de déficit en la resolución de tareas cognitivas, por ejemplo en la resolución de problemas o en tareas que requiera secuenciar acciones en un determinado orden.
Podemos decir que, de modo general, los trastornos psicomotrices están muy ligados al mundo afectivo de la persona; de ahí, que en la valoración se deba contemplar la globalidad del individuo.
El trastorno psicomotor, se relaciona en forma negativa con el aprendizaje del niño, una buena educación psicomotora en el niño, es la base para que logre una buena capacidad intelectual. Desde que el niño nace realiza una serie de actividades motrices, como las de mirar, girar su cabeza, agitar las manos, gatear, hablar o caminar, estas actividades son las que le permiten conocer el mundo que le rodea, por lo tanto le permiten iniciar sus primeros  aprendizajes.
Las manifestaciones de cada trastorno son muy individuales, pese a caracterizarse por unos rasgos básicos comunes.
Un examen profundo y completo es básico para detectar las deficiencias y trabajar sobre ellas.
A continuación explicamos las características de los diferentes trastornos del desarrollo psicomotor:

 DEBILIDAD MOTRIZ
Los niños que presentan este trastorno tienen las siguientes características:
· Torpeza de movimientos: Movimientos pobres y dificultad en su realización
· Paratonia: el niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria, incluso en vez de relajarlos, los contrae. Este rasgo es el más característico de este trastorno.
· Sincinesias: movimientos involuntarios e inconscientes que se producen cuando se realizan otros movimientos voluntarios, es decir, dificultad para coordinar movimientos.
Este trastorno afecta a diferentes áreas del niño: al afectivo, la sensorial, al psíquico y al motor.

 INESTABILIDAD MOTRIZ
El niño con inestabilidad motriz es incapaz de inhibir sus movimientos, así como la emotividad que va ligada a éstos. Es incapaz de mantener un esfuerzo de forma constante; se muestra muy disperso. Suele predominar la hiperactividad y las alteraciones en los movimientos de coordinación motriz. Hay una constante agitación motriz.
Suele tratarse de un niño problemático y mal adaptado escolarmente; presenta problemas de atención, de memoria y comprensión, así como trastornos perceptivos y de lenguaje; el propio fracaso escolar aumenta su desinterés por los aprendizajes.

INHIBICIÓN MOTRIZ
El niño inhibido motrizmente suele mostrarse tenso y pasivo.
Muestra como un temor a la relación con el otro, a la desaprobación, y ello le hace "no hacer", "inhibir" lo que serían los amplios movimientos corporales que le harían demasiado "visible".

RETRASOS DE MADURACION
Se valorará en relación al desarrollo motor de un niño normal o estándar; pero también deberán valorarse otros factores (además del psicomotor), afectados por esta "dinámica madurativa". Probablemente, encontraremos también como características de este retraso un niño con inmadurez afectiva, actitud infantil y regresiva, dependencia, pasividad.

DISARMONIAS TONICO-MOTORAS
Se trata de alteraciones en el tono: hay mala regulación del mismo. Puede darse en individuos con un buen nivel motor. Tienen que ver con las variaciones afectivas, con las emociones. Algunas de ellas son:
- PARATONIA: característica ya comentada en el trastorno de “debilidad motriz” el individuo no puede relajarse y el pretenderlo aumenta más su rigidez.
- SINCINESIAS: característica presente también en Debilidad motriz, son movimientos que se realizan de forma involuntaria, al contraerse un grupo de músculos, al realizar otro movimiento sobre el que centramos nuestra atención. Como por ejemplo cuando el niño mientras escribe saca la punta de la lengua. Tiene que ver con cierta inmadurez sobre el control del tono. Suele ser algo normal hasta los 10-12 años, edad en la que van desapareciendo. Por sí mismas no son un trastorno, sino que suelen formar parte de algún otro problema.

TRASTORNOS DEL ESQUEMA CORPORAL
Dentro de este grupo de trastornos, encontramos :
- ASOMATOGNOSIA: el sujeto es incapaz de reconocer y nombrar en su cuerpo algunas de sus partes. Suele esconder alguna lesión neurológica.
- TRASTORNOS DE LA LATERALIDAD: estos trastornos son, a su vez, causa de alteraciones en la estructuración espacial y, por tanto, en la lectoescritura (y, de ahí, al fracaso escolar). Los más frecuentes son:
- Zurdería contrariada, aquellos niños que siendo su lado izquierdo el dominante, por influencias sociales pasa a encubrirse con una falsa dominancia diestra. La zurdería en sí no es un trastorno; sí el imponer al niño la lateralidad no dominante para él.
- Ambidextrismo: el niño utiliza indistintamente los dos lados de su cuerpo para realizar cosas; también origina serios trastornos espaciales en el niño y en sus aprendizajes.
- Lateralidad cruzada: consiste en la alternancia de dominancia entre ojo, mano y pie. Presente cuando el niño no tiene una lateralidad claramente definida, hay que ayudar a resolverlo en algún sentido. También origina problemas de organización corporal.

APRAXIAS INFANTILES
El niño que presenta una apraxia conoce el movimiento que ha de hacer, pero no es capaz de realizarlo correctamente. Se trata de un trastorno psicomotor y neurológico.
Existen muchos tipos de apraxias, y reciben nombre en función de la localización de su incapacidad:
- APRAXIA IDEATORIA: en este caso, para el niño resulta imposible "conceptualizar" ese movimiento.
- APRAXIA DE REALIZACIONES MOTORAS: al niño le resulta imposible ejecutar determinado movimiento, previamente elaborado. No hay trastorno del esquema corporal. Se observan movimientos lentos, falta de coordinación,....
- APRAXIA CONSTRUCTIVA: incapacidad de copiar imágenes o figuras geométricas. Suele haber una mala lateralidad de fondo.
- APRAXIA ESPECIALIZADA: sólo afecta al movimiento realizado con determinada parte del cuerpo:
- APRAXIA FACIAL: referente a la musculatura de la cara
- APRAXIA POSTURAL: referente a la incapacidad de realizar ciertas coordinaciones motrices)
- APRAXIA VERBAL (el sujeto comprende la orden que se le da, pero motrizmente es incapaz de realizarla).
- PLANOTOPOCINESIAS Y CINESIAS ESPACIALES: el niño muestra gran dificultad en imitar gestos, por muy simples que éstos sean, ya que ha perdido los puntos de referencia fundamentales (de arriba-abajo, derecha-izquierda,...). El esquema corporal está muy desorganizado.

DISPRAXIAS INFANTILES
Se trata de apraxias leves. Dentro de las dispraxias hay también diversos grados de afectación. Corresponde a una falta de organización del movimiento. Suele confundirse, a veces, con la "debilidad motriz"; de ello depende un buen diagnóstico. No hay lesión neurológica. Las áreas que sufren más alteraciones son la del esquema corporal y la orientación témporo-espacial. Aunque el lenguaje suele no estar afectado, el niño con dispraxia presenta fracaso escolar, pues la escritura es de las áreas más afectadas.

TICS
Son movimientos repentinos e involuntarios que afectan a un pequeño grupo de músculos y que se repiten a intervalos. Generalmente, no tienen como causa ninguna lesión de tipo neurológico. Desaparecen durante el sueño. Suelen aparecer entre los 6 y los 8 años y muchas veces lo hacen en la pubertad. Hay mucha variabilidad. Suelen parecerse a gestos utilizados comúnmente.
Una persona puede tener un solo tic o varios; en este último caso suelen realizarse siempre en el mismo orden; también hay quien los hace simultáneamente.
Aunque pueden ser controlados voluntariamente durante determinado tiempo, factores como la presencia de otras personas, las situaciones de estrés emocional,... tienden a desencadenarlo y/o aumentarlo.

PAUTAS PARA EL DIAGNÓSTICO
Un signo de alerta de que algo pasa es la coordinación de movimientos, siendo esta significativamente inferior al nivel esperado de acuerdo con la edad del niño y con su inteligencia general. Esta capacidad se valora mejor mediante la aplicación individual de tests estandarizados de coordinación de movimientos finos y gruesos. Las dificultades de coordinación deberán haber estado presentes desde los comienzos del desarrollo (por ejemplo, no deben constituir un déficit adquirido) y no se deberán a consecuencias directas de déficits de la visión, de la audición o de cualquier trastorno neurológico diagnosticable.
El grado en que el trastorno afecta principalmente a la coordinación de movimientos finos o gruesos es variable y su forma específica varía con la edad.

El psicomotricista, (especialista en el tratamiento y diagnostico de trastornos psicomotores) como finalidad del tratamiento, buscará que el niño consiga un mayor dominio sobre su propio cuerpo y, por tanto que logre más autonomía; el trabajo terapéutico se hará incidiendo tanto sobre el propio cuerpo como sobre las relaciones que éste establece con el entorno.

BIBLIOGRAFIA



http://www.psicoactiva.com/cie10/cie10_46.htm



Lucía Galván Trapote
Psicóloga
Num. Col. 18562

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