En el siguiente artículo
hablaremos sobre las alergias infantiles. Proporcionaremos conceptos clave para
conocer los tipos de alergias que están presentes así como los síntomas y
signos importantes para una detección rápida.
Una alergia es una
reacción desproporcionada del sistema inmunitario a una sustancia que es
inofensiva para la mayoría de la gente. Pero en una persona alérgica, el
sistema inmunitario trata a la sustancia (denominada alergeno) como un
invasor y reacciona de manera inapropiada, provocando síntomas que pueden ir de
las molestias leves a problemas que pueden poner en peligro la vida de la
persona.
Los niños se ven
expuestos a todo tipo de posibles alérgenos en su día a día por lo que podrían
desarrollar diferentes tipos de alergias durante su infancia.
El ambiente en el cual se desarrolla el bebé durante los
primeros años de vida es determinante para determinar el potencial que éste
tenga de desarrollar alergias.
Los
alérgenos más comunes son:
- Alimentos: leche de vaca y sus derivados; huevo; harina; frutas (plátano, melocotón...); miel; cereales (trigo, centeno, maíz...); tomate; mariscos; pescados; frutos secos (avellana, cacahuete...); condimentos; colorantes; conservantes; verduras (guisantes, zanahorias, espárragos...)
- Insectos: picadura de abeja o de avispa, excrementos de cucarachas, ácaros del polvo,
- Medicamentos: penicilina, aspirina, paracetamol, relajantes musculares, vitaminas, etc.
- Productos químicos: cremas cosméticas, jabones, perfumes, lavandas, aerosoles, insecticidas,
- Animales: pelo de mascotas, caspa de los gatos
- Plantas: polen de ciertas flores (fiebre del heno), moho, esporas, hongos,
- Sol: produce dermatitis.
- Níquel: sulfato de níquel que se encuentra en muchos utensilios de uso común, como tijeras, bisutería, relojes, monturas de gafas, monedas, etc.
- Latex: produce dermatitis.
- Anisakis: un parásito del pescado que se encuentra cuando se consume vivo.
- Alimentos: leche de vaca y sus derivados; huevo; harina; frutas (plátano, melocotón...); miel; cereales (trigo, centeno, maíz...); tomate; mariscos; pescados; frutos secos (avellana, cacahuete...); condimentos; colorantes; conservantes; verduras (guisantes, zanahorias, espárragos...)
- Insectos: picadura de abeja o de avispa, excrementos de cucarachas, ácaros del polvo,
- Medicamentos: penicilina, aspirina, paracetamol, relajantes musculares, vitaminas, etc.
- Productos químicos: cremas cosméticas, jabones, perfumes, lavandas, aerosoles, insecticidas,
- Animales: pelo de mascotas, caspa de los gatos
- Plantas: polen de ciertas flores (fiebre del heno), moho, esporas, hongos,
- Sol: produce dermatitis.
- Níquel: sulfato de níquel que se encuentra en muchos utensilios de uso común, como tijeras, bisutería, relojes, monturas de gafas, monedas, etc.
- Latex: produce dermatitis.
- Anisakis: un parásito del pescado que se encuentra cuando se consume vivo.
La alergia más común en niños es la
alergia alimentaria, entre un 5% y 8% de los ellos la sufren. Se adquiere
principalmente durante el primer año de vida, llegando a una incidencia del
6.8% de los niños durante los 3 primeros años. Los alimentos que con más
frecuencia producen alergia dependen mucho de los hábitos alimenticios.
Los componentes de los alimentos
causantes de las reacciones alérgicas son las proteínas. Así por ejemplo, en el
caso de la leche de vaca, las proteínas que con más frecuencia producen alergia
son la Caseína, la Alfa-lactoalbúmina y la Beta-lactoglobulina. En el caso del
huevo es la albúmina la proteína alergénica, que se encuentra en la clara
Según el tipo de alergia pueden aparecer síntomas
respiratorios, síntomas de la piel o problemas intestinales, entre otros
trastornos.
No debemos confundir la
alergia a los alimentos con la intolerancia a los alimentos. La intolerancia se
distingue de las alergias en que éstas provocan una respuesta del sistema
inmune, activando la inmunoglobulina (anticuerpos) pero en las intolerancias no
participa el sistema inmune.
CAUSA DE APARICION
Aunque esta enfermedad tiene un componente hereditario lo
que se hereda no es la alergia, si no la predisposición a contraerla. A esta
predisposición se le denomina “atopía”. Aunque una persona presente esa
predisposición, no necesariamente va a desarrollar una enfermedad alérgica.
Esto dependerá de diferentes factores ambientales, especialmente del nivel de
contacto de la persona al alérgeno durante su vida.
Algunas causas se asocian con el cambio del estilo de vida de nuestra sociedad. La contaminación
del aire y del agua puede aumentar la sensibilización a determinadas
sustancias, convirtiéndose en verdaderos alérgenos.
Los especialistas recomiendan extremar las precauciones
especialmente si uno o ambos padres son alérgicos, y en caso de detectar los
primeros síntomas sospechosos de una alergia en el niño, se debe realizar una
exploración alergológica para definir exactamente a qué es alérgico y tomar las
medidas adecuadas.
SIGNOS Y SINTOMAS
El tipo y gravedad de los síntomas de la alergia varían
entre tipos de alergias y entre pacientes. Las alergias pueden aparecer como
picor en los ojos o picor en la nariz, estornudando, congestión nasal, la
estrechez de garganta, el problema que respira, e incluso choque (la tenuidad o
desmayase).
Los síntomas pueden ir de leves o importantes molestias
estacionales (por ejemplo, en las alergias desencadenadas por el polen o por
determinados tipos de moho) a problemas que se manifiestan durante todo el año
(desencadenados por alérgenos como los ácaros del polvo o ciertos alimentos).
PREVENCION
Estas son algunas medidas para evitar la exposición
prematura del recién nacido a los alérgenos y así evitar posibles alergias en
el bebé son:
- Controlar la aparición de polvo y ácaros en la habitación del bebé.
- Asear al recién nacido con jabones neutros y vestirlo con ropa de algodón que permita la ventilación de la piel.
- No medicar al niño sin la recomendación del médico (podría desarrollar hipersensibilidad a los fármacos).
- Evitar las infecciones respiratorias, éstas predisponen al asma infantil.
- Incorporar, uno a uno, alimentos sólidos sólo a partir de los seis meses. Si se suministran varios a la vez, será más difícil detectar cuál de los alimentos puede producir reacciones alérgicas.
- Evite al bebé la ingesta de leche, cítricos y cereales hasta el año de edad. Las nueces, pescados, huevos y alimentos alérgenos más potentes deben suministrarse sólo después del segundo año.
- Evitar la introducción de los huevos (sobre todo las claras) hasta 2 años de edad.
- Evite los cacahuetes y los frutos secos durante la lactancia.
COMO PREVENIR LA APARICION DE ALERGIAS
Durante la gestación, se recomienda que la madre aplique
ciertas restricciones en su rutina diaria, para evitar que el feto se exponga
prematuramente a factores alérgenos que lo predispongan al padecimiento de
alergias.
Situaciones a evitar:
·
No fumar, ni exponerse al humo de los
cigarrillos.
·
Avisar al especialista sobre el padecimiento
de alergias de uno o ambos padres.
·
Evitar el uso de antibióticos durante el
embarazo porque está asociado con asma hasta los 5 años de edad.
·
Evita complicaciones de salud durante el
embarazo y en el momento de dar a luz porque cualquier problema materno está
altamente asociado con enfermedades alérgicas.
TRATAMIENTO
No existe una cura real para
las alergias, pero es posible aliviar sus síntomas. La única forma de controlar
las alergias es reducir o eliminar la exposición a los alérgenos. Esto
significa que los padres deben educar a sus hijos desde pequeños, no sólo sobre
la alergia en sí misma, sino también sobre las reacciones que pueden presentar
si ingieren o entran en contacto con el alérgeno.
Informar a todas y cada una de las personas que están al
cuidado de su hijo (desde los monitores y profesores del colegio o guardería
hasta los familiares y los padres de sus amigos) sobre la alergia que éste
padece es igual de importantes para reducir al máximo los síntomas alérgicos
del niño.
Si no es posible o factible reducir la exposición al
alérgeno, lo más probable es que el alergólogo le recete a su hijo
medicamentos, incluyendo antihistamínicos (que se pueden adquirir sin receta
médica) y corticoesteroides inhalados o en nebulizador nasal.
BIBLIOGRAFIA
Lucía
Galván Trapote
Psicóloga.
Num. Colegiado. 18562
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