HIJOS
CON DISCAPACIDAD.
La llegada de un hijo a la
familia suele ser en la mayoría de casos un momento de alegría para todos.
Por desgracia algunos
niños nacen con dificultades y/o estas mismas dificultades se detectan en días o meses posteriores al
nacimiento.
Esta semana queremos
hablar de cómo viven los padres la llegada de este hijo, que todos presuponían
sano y que se desarrollaría de forma normativa sin discapacidad o dificultades.
Hablaremos sobre las
diferentes ideas sobre la discapacidad y cómo estas pueden condicionar la
evolución de la familia y del hijo con dificultades.
Expondremos las diferentes
adaptaciones que la familia ha de hacer en estas situaciones para poder seguir
con sus vidas.
Y finalmente hablaremos de
las necesidades que tienen estas familias.
VISION DE LA DISCAPACIDAD
La respuesta de una
familia ante un hijo con discapacidad esta condicionada a dos factores:
ü El
tipo y gravedad de su discapacidad.
ü El
momento de su manifestación.
Durante muchos años se ha
creído que las familias con un hijo con discapacidad (y cuando se referían a
las familias en muchos casos eran las reacciones de las madres, exclusivamente
las estudiadas) pasaban un proceso muy estereotipado e invariante, es decir, se
generalizaba que las familias necesitaban pasar por una serie de estadios antes
de aceptar la discapacidad de su hijo:
A.-
Estado de shock.
B.-
Estado de negación.
C.-
Estado de tristeza, ira y ansiedad.
D.-
Adaptación.
E.-
Reorganización.
Es muy normal que todos
los padres sientan todas estas emociones cuando reciben la información que
certifica las dificultades de sus hijos. Pero esto NO QUIERE decir que TODAS
LAS FAMILIAS pasen por TODAS ESAS FASES, ni que el hecho de pasar por esas
fases vaya ha hacer el proceso de asimilar la noticia mas fácil.
Desde hace algunos años
una nueva corriente se abre paso, la idea de que cada familia es ÚNICA en sus REACCIONES, en sus ESTRATEGIAS
para AFRONTAR LA DISCAPACIDAD DE SU HIJO. Se alejaban de la visión patológica, de esa
idea popularizada durante años que creía que un niño con discapacidad convertía
a toda la familia en discapacitada y que por lo tanto, tenia que cambiar todo
su estilo de vida y convertirse en una familia totalmente diferente.
ADAPTACIONES DE LA FAMILIA
No obstante, y alejándonos
de ideas estereotipadas, el nacimiento de un hijo con discapacidad provoca
siempre una situación de crisis que se caracteriza por:
1.
Un fuerte impacto psicológico y emocional.
La familia recibe una noticia que no espera y que produce fuertes sentimientos,
un golpe.
2.
Adaptación y redefinición del funcionamiento
familiar. La familia debe reorganizarse, cambiar algunas rutinas para poder
atender al niño con dificultades, saber que nueva rol jugara cada uno, quien se
ocupara de cada cosa…etc.
3.
Posibles cambios en las relaciones de
pareja. Por todo lo anterior la pareja, los padres de este niño con
dificultades tendrán que rescatar todo lo que les unia y asimilar que puede que
su relación cambie.
4.
Necesidad de información, de ayuda y de
asesoramiento en diversos campos:
Medico.
Educativo.
Psicológico.
Asistencial.
Para superar esta ”crisis”
las familias deben de hacer un proceso de acomodación y sostenibilidad de las
rutinas. Es decir, deben adaptar sus
recursos y estrategias a la nueva situación y crear nuevos recursos para poder
hacer frente a los retos que implica un hijo con discapacidad.
Algunas de las areas en
las que deben adaptarse y acomodarse son:
ü Ingresos
económicos. Flexibilidad laboral necesaria y nueva satisfacción con una vida
con menos ingresos.
ü Numero,
uso y satisfacción con los servicios a los que acuden. La llegada de un hijo
con discapacidad obliga a las familias a tener contacto con ciertos servicios
específicos que puede que nunca hayan ni tan siquiera conocido.
ü Cambios
en el hogar, mejoras, acondicionamientos, seguridad y acceso. En muchos casos
las familias han de cambiar parte de sus viviendas para adaptarlas a sus hijos.
ü Cuidados,
horarios, tareas, división de funciones. Han de adaptar sus horarios al cuidado
de su hijo lo que puede suponer que uno de ambos miembros de la pareja abandone
su vida laboral.
ü Grado
de acuerdo. Todas estas decisiones requieren de un alto grado de acuerdo entre
los miembros de la familia. Lo que no siempre es fácil.
ü Entornos
en los que se han de involucrar. Las familias no pueden aislarse de los
entornos normales en los que se desarrollan los niños, pero también han de
empezar a involucrarse en entornos relacionados con la discapacidad.
NECESIDADES DE LA FAMILIA
Para poder hacer frente a
todas estas adaptaciones las familias necesita:
ü Asesoramiento.
Las familias necesitan información sobre que le pasa a su hijo y de esta manera
poder aceptar su condición, buscar recursos, buscar servicios y gestionar
ayudas económicas.
ü Orientación
y apoyo para promover el desarrollo de sus hijos.
ü Orientación
y apoyo para promover habilidades adaptativas en sus hijos.
ü Orientación
y apoyo para poder llevar una vida de pareja de calidad.
ü Soporte
emocional.
En definitiva, la llegada
de un hijo con discapacidad supone una adaptación familiar a la nueva
situación. Los padres han de contener la angustia y la ansiedad que sienten en
las distintas etapas adaptativas por las que pasan desde el conocimiento de las
dificultades hasta la aceptación del diagnostico y la puesta en marcha de las
estrategias para acomodarse a la nueva situación. Necesitan ser escuchados, ser
comprendidos en sus sentimientos (en muchos casos ambivalentes), ayudarles a
contener la ansiedad, acompañarles en el estado de depresión que pueden
mostrar. Ayudarles a recuperar su autoestima muy mermada después de la llegada
de un hijo con dificultades. Potenciar su confianza como padres, sus
habilidades y recursos como familia.
Bibliografía
Familias y discapacidad
intelectual. Miguel Ángel Verdugo (Ed.) Colección FEAPS. Madrid: FEAPS, 2000. Capítulo
l.- Las necesidades de la familia a lo largo del ciclo vital. CLIMENT GINÉ
Silvia
Pastor López
Psicóloga
Col.
17944
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