BRUXISMO
Esta semana queremos hablaros del
Bruxismo o la actividad sin propósito que consiste en el apretar y rechinar los
dientes ya sea cuando la persona esta despierto o dormida.
Aunque se disponen de pocos datos
sobre la afectación en las edades infantiles y es difícil diferenciarlo del
desgaste normal propio del crecimiento y del cambio de dentición, existen un
número de niños que padecen este problema y con esta entrada pretendemos
informaros sobre el mismo.
La Academia Americana de Dolor Oro
facial (AAOP) da la siguiente definición de bruxismo “actividad para funcional
diurna o nocturna que incluye, apretar, juntar, golpear o rechinar los
dientes”.
¿Qué tipos de Bruxismos existen?
Existen varios tipos.
Según se conozca o no la causa:
El bruxismo primario, o idiopático, corresponde al apretamiento diurno y al bruxismo del sueño cuando no se reconocen problemas o causas médicas.
El bruxismo secundario, también denominado "iatrogénico", corresponde a formas de bruxismo asociados a problemas neurológicos, psiquiátricos, psicológicos, desórdenes del sueño y a administración de drogas.
El bruxismo primario, o idiopático, corresponde al apretamiento diurno y al bruxismo del sueño cuando no se reconocen problemas o causas médicas.
El bruxismo secundario, también denominado "iatrogénico", corresponde a formas de bruxismo asociados a problemas neurológicos, psiquiátricos, psicológicos, desórdenes del sueño y a administración de drogas.
También existe la diferenciación según
momento de aparición:
Bruxismo de vigilia.
Bruxismo durante el sueño.
Mixto.
Bruxismo de vigilia.
Bruxismo durante el sueño.
Mixto.
Y finalmente según actividad motora
mandibular:
Tónico o céntrico. Con apretamiento mantenido. Con contracciones tónicas musculares.
Fásico o excéntrico. Con rechinado o frotamiento de los dientes por movimiento mandibular.
Mixto. Donde se produce apretamiento y rechinado.
Tónico o céntrico. Con apretamiento mantenido. Con contracciones tónicas musculares.
Fásico o excéntrico. Con rechinado o frotamiento de los dientes por movimiento mandibular.
Mixto. Donde se produce apretamiento y rechinado.
¿Por qué aparece el Bruxismo?
Suele ser una actividad
multifactorial, es decir, que se produce por un conjunto de factores como
pueden ser:
Factores morfológicos. Alteraciones en la oclusión dentaria, y a anormalidades articulares y óseas.
Factores pato fisiológicos. Alteraciones del Sistema Nervioso Central. (Síndrome de Tourrette, Síndrome de Rett, Parkison…etc.). Trastornos del sueño…etc.
Factores psicológicos. Relacionado con desórdenes psicosomáticos, ansiedad, problemas de personalidad, factores ambientales, estrés y factores psicosociales.
Factores genéticos. Entre el 20 y 64% de los pacientes con bruxismo del sueño puede tener un miembro en su familia que padezca rechinamiento.
Factores morfológicos. Alteraciones en la oclusión dentaria, y a anormalidades articulares y óseas.
Factores pato fisiológicos. Alteraciones del Sistema Nervioso Central. (Síndrome de Tourrette, Síndrome de Rett, Parkison…etc.). Trastornos del sueño…etc.
Factores psicológicos. Relacionado con desórdenes psicosomáticos, ansiedad, problemas de personalidad, factores ambientales, estrés y factores psicosociales.
Factores genéticos. Entre el 20 y 64% de los pacientes con bruxismo del sueño puede tener un miembro en su familia que padezca rechinamiento.
¿A quien afecta?
Esta presente en un 6-8% de la población de edad media
(16,17) y hasta en un tercio de la población mundial (15,18). No existe
predilección por ningún sexo, disminuye con la edad y uno de cada cinco
pacientes con bruxismo, tiene síntomas de dolor oro facial.
En cuanto a bruxismo infantil se disponen de pocos datos
epidemiológicos y de estudios en este campo, de todas formas este suele remitir
espontáneamente y generalmente sin consecuencias. No obstante, hay estudios en
que se habla de que el bruxismo infantil es minoritario hasta los 13 años donde
se equipara en cuanto a población afectada al nivel de los adultos. Existe
cierta controversia en este punto.
En niños es importante diferenciar entre el desgaste normal
propio de las edades infantiles y de la dentición temporal y el desgaste propio
de un rechinar sin propósito. El problema radica en la determinación de cuál es
el límite entre lo funcional y lo no funcional.
¿Cómo se diagnostica?
Para padecer bruixismo se han de
dar los signos que lo caracterizan, es decir, rechinamiento y presión
mandibular ya sea porque lo confirma la persona que lo padece o porque lo
atestigua algún familiar o conocido.
Numerosos autores han creado
listados de signos o de criterios diagnósticos.
Kampe y colaboradores en 1997 basan el diagnóstico de bruxismo en cuatro criterios:
1. Rechinamiento dental nocturno
atestiguado por algún familiar.
2. Hipertrofia de maseteros.
3. Atrición dental excesiva para
la edad del paciente.
4. Dolor muscular o de la
articulación temporomandibular.
O por ejemplo, Molina, dos Santos, Nelson y Nowlin en 1999
clasificaron el grado de bruxismo mediante 15 signos y síntomas:
1. Presencia de facetas de
desgaste dentario.
2. Ruidos nocturnos dentarios en
los últimos seis meses, revelados por un amigo o familiar.
3. Auto información de
apretamiento dental diurno.
4. Auto información de tensión y
rigidez diurnas.
5. Auto información de tensión y
rigidez al despertar.
6. Auto información por
despertares nocturnos por rechinado.
7. Hipertrofia de maseteros y
temporales.
8. Fatiga de los maseteros al
despertar.
9. Fatiga de los maseteros
durante el día.
10. Despertar por la mañana con
la mandíbula encajada.
11. Dolor cervical al despertar.
12. Dolor en masetero y/o
temporal al despertar.
13. Fatiga corporal y/o sensación
de mal dormir al despertar.
14. Dolor o malestar dentario al
despertar.
15. Historia reciente de
desplazamiento de restauraciones.
En este estudio consideran como
bruxismo leve padecer de 3 a 5 síntomas o signos, de 6 a 10 moderado y 11 o más
como severo.
A parte de los listados de
síntomas y de criterios diagnósticos existen pruebas complementarias como las
pruebas de esfuerzo muscular, entre otras.
¿Cómo se trata?
Se trataba tradicionalmente con planos o férulas oclusales, los que han
demostrado ser eficientes para evitar desgastes dentarios, bajar el dolor
facial y la fatiga muscular.
Cambiar hábitos, conductas, tomar consciencia y controlar los factores ambientales también tiene buenos resultados.
Cambiar hábitos, conductas, tomar consciencia y controlar los factores ambientales también tiene buenos resultados.
Terapias farmacológicas en adultos, basadas en benzodiacepinas como
Clonazepam y relajantes musculares como la ciclobenzaprina, que provocan una
disminución de la actividad motora nocturna, han sido ampliamente estudiadas,
demostrando tener efectos positivos, a corto plazo, en bajar los síntomas.
El tratamiento del bruxismo en niños debe ser lo menos invasor
posible, evitando acciones clínicas y farmacológicas. El tratamiento de
primera elección para el bruxismo en niños debe comenzar por una información y
educación a los padres y al niño y continuar con técnicas de relajación. Es de
rigor que, en caso de utilizar aparatos intraorales, haya una perfecta
comunicación entre el odontopediatra y el profesional tratante de trastornos
temporomandibulares y dolor oro facial debido a que el manejo que hace el
odontopediatra en el niño es de vital importancia para el éxito del
tratamiento.
Bibliografía
Estudio: Frugone Zambra RE,
Rodríguez. Bruxismo. AVANCES EN ODONTOESTOMATOLOGÍA. Vol. 19 –Núm. 3 – 2003.
Tesis doctoral: Hernández Aliaga,
Manuel. Estudio sobre el bruxismo y una nueva prueba de esfuerzo. tesis
doctoral 2010. FACULTAD DE MEDICINA Y ODONTOLOGÍA. DEPARTAMENTO DE
DERMATOLOGÍA, ESTOMATOLOGÍA, RADIOLOGÍA Y MEDICINA FÍSICA. UNIVERSIDAD DE
MURCIA.
LavigneGJ, Goulet JP, Zuconni M, Merisson F,
Lobbezzoo F. Sleep disorders and the dental patient. O surg O Med O Pathol O
Radiol Endod 1999; 88(3): 257-72
Molina OF, dos Santos J, Nelson SJ, Nowlin T. A
clinical study of specific sign and symptoms of CMD in bruxers classified by
the degree of severity. J Craniomand Disord 1999; 17: 268-79.
Kampe T, Tagdac T, Bader G, Edman G, Karlsson
S. Reported symptoms and clinical findings in a group of subjects with
longstanding bruxing behavior. J Oral Rehabil 2008; 24(8): 581-7.
Silvia Pastor Lopez
Psicóloga
Colegiada 17944
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