viernes, 16 de marzo de 2012

Desarrollo motor de 0 a 24 meses



Desarrollo motriz de 0 a 24 meses

Entre el nacimiento y los seis años de vida del niño se producen importantes cambios en el ámbito físico y psicomotor cuyo objetivo es que el niño consiga el control de su cuerpo y obtenga el máximo de sus posibilidades de acción y expresión.
A lo largo de éste artículo exponemos los hitos más importantes en el desarrollo de 0 a 24 meses. Hay que tener en cuenta que cada niño es un mundo y que en ocasiones los meses pueden no ser exactos ya que la maduración de cada bebé tiene, dentro de unos límites, su propio ritmo. 

Nacimiento y primeras semanas de vida
En el nacimiento y durante las primeras semanas de vida se manifiestan una serie de movimientos característicos de los recién nacidos: los reflejos. Son movimientos involuntarios ante un estímulo. Algunos desaparecen durante los primeros meses de vida como consecuencia de la maduración del sistema nervioso del niño.
-          El reflejo de Moro, se conoce también como el reflejo del abrazo. Cuando hay un estímulo repentino (por ejemplo un fuerte ruido), el niño abre bruscamente brazos y piernas. Seguidamente vuelve a poner los brazos sobre su pecho, a la vez que echa hacia atrás la cabeza. Desaparece a los tres meses.
-          Reflejo de caminar. Con los pies descalzos sobre una superficie plana y sosteniéndole por debajo de los brazos hace movimientos parecidos a los pasos coordinados. Desaparece antes de las ocho semanas.
-          Reflejo de reptación. Situado boca abajo hace movimientos coordinados que recuerdan a un nadador. Desaparece a los seis meses. Volverá a arrastrarse hacia los 8 meses, pero ya lo hará voluntariamente.
Otros reflejos cumplen una función protectora y no desaparecen definitivamente, es el caso del bostezo, la tos, el estornudo y el parpadeo.

De 1 a 3 meses:
En un principio, al nacer, los bebés presentan una coordinación con movimientos bruscos y poco finos dirigidos hacia personas u objetos que entran en su campo visual, tienen interés en atraparlos. También gozan de mirarse las manos y jugar con ellas.
Durante el primer mes pueden empezar a sostener la cabeza durante unos segundos y empiezan a levantarla cuando están tumbados boca abajo para empezar a observar el mundo que les rodea.

Signos de alarma a los 3 meses:
-          No sostiene la cabeza
-          No sigue con la mirada objetos o personas
-          No hay la misma actividad en ambas manos


De 4 a 6 meses:
Hacia los 4 meses ya presentan una coordinación ojo-mano menos brusca y los movimientos son más precisos, aunque tienen que seguir perfeccionándose. Empiezan siendo capaces de coger un objeto si se lo damos y poco a poco lo pueden coger directamente del suelo aunque aún no son capaces de hacer la pinza digital: coger objetos  ayudándose del pulgar. Irán mejorando la calidad y dirección de la prensión, siendo capaces hacia el sexto mes, de pasar los objetos de mano a mano. Juegan mucho con las manos y se lo pone todo en la boca, ya que la información que le proporciona ésta es más rica en estímulos que la que recibe a través de las manos.
Es durante estos meses que nos los encontraremos frecuentemente incorporados apoyándose de sus muñecas boca abajo siendo capaces de sostener la cabeza. Es lo que se denomina “el mirón fascinado”.
Es entonces cuando los bebés pueden permanecer sentados con apoyo y ya sostienen la cabeza solitos. Esto abre la puerta a un nuevo mundo de posibilidades, no necesitar las manos para aguantarse permite que queden libres para explorar, para coger y soltar cosas. Otra característica de estos meses es que empiezan a darse la vuelta cuando están estirados boca abajo.
Hacia el sexto mes progresarán en la inspección de su propio cuerpo, empezando por conocer sus pies: serán capaces de cogérselos y ponérselos en la boca.

Signos de alarma a los 6 meses:
-          Tiene las manos cerradas
-          Dificultad para separar brazos y piernas del cuerpo
-          No se mantiene sentado con un apoyo
-          No es capaz de coger objetos
-          Sigue presente el reflejo de Moro

De 7  a 9 meses:
Han perfeccionado la habilidad de coger objetos con un movimiento más preciso: la pinza digital. Por lo que es frecuente verlos manipulando dos objetos a la vez, uno con cada mano, ahora ya pueden coger un nuevo juguete con la mano libre sin tener que soltar el que ya tenían. Se distraen golpeando dos objetos. Su interés por las personas y los juguetes va creciendo cada día más, intentando a menudo coger objetos que están fuera de su alcance, promoviendo así el desplazamiento libre.
Alrededor de los 8 meses los bebés comienzan a desplazarse sin llegar a andar, utilizando para ello distintas técnicas como: gatear, reptar, remar, etc. Los niños gatean de formas muy diferentes, todas ellas válidas. También hay bebés que no gatean. Desplazarse solos les permitirá adquirir mayor autonomía. A estas edades ya son capaces de sentarse sin ayuda y voltear sobre si mismos, sobretodo si es para poder ver algo que les llama la atención como un juguete o la presencia de sus papás.

Durante éste periodo serán capaces de ponerse de pie con ayuda, lo cual es muy importante para preparar la musculatura para el siguiente paso: la marcha. Nos sorprenderá encontrarlos de pie, apoyados en los muebles o bien esperándonos cogidos a la barrotes de la cuna. 

Signos de alarma a los 9 meses:
-          No se sostiene sentado
-          No tiene interés por tocar las cosas
-          No realiza la pinza
-          No hay desplazamiento autónomo de ningún tipo

De 10 a 12 meses:
Ésta es una etapa muy importante ya que durante estos meses  veremos como los niños pasan de desplazarse por el suelo a ir levantándose solos y poco a poco empezar a andar, primero con dos apoyos (por ejemplo sostenido por los brazos) y luego únicamente con uno, gracias a que van ganando más estabilidad y equilibrio. Hacia los 12 meses algunos ya son capaces de caminar sin ayuda aunque suelen titubear un poco. Se pueden agachar para coger un objeto del suelo.
Alrededor del año de vida, su coordinación ojo-mano se ha desarrollado lo suficiente como para empezar a hacer torres con diferentes objetos y jugar a meter unos dentro de otros Han aprendido a soltar los objetos voluntariamente,  hasta entonces  los tiraban. Son típicos de estas edades los juegos de apilar cubos o meter circunferencias dentro de una base.
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Signos de alarma a los 12 meses:
-          No se mantiene de pie
-          No es capaz de coger objetos

De 13 a 18 meses
Hacia el final del primer año, son capaces de caminar solos sin ayuda y con más estabilidad, incluso siendo capaces de llevar un objeto entre sus manos. Al iniciarse la marcha aparece un nuevo reto: las escaleras. Los niños, sin ayuda de nadie, son capaces de subir escaleras reptando, con ayuda de un adulto, pueden hacerlo erguidos, al principio suben escalón por escalón, primero una pierna (siempre la misma) y enseguida la otra.

Es durante estos meses que se debe plantear poner barreras protectoras si se tienen escaleras en casa ya que la curiosidad de los niños los puede poner en peligro.

A los 18 meses, su agilidad manual ya les permite hacer una torre de tres cubos, pasar las páginas de un libro y utilizar una cuchara.


Signos de alarma a los 18 meses:
-          No camina solo (a los 15 meses)
-          No sube escaleras
-          No hace una torre de dos objetos

De 19 a 24 meses
Las escaleras han dejado de ser un reto, en esta etapa empezarán bajando las escaleras con ayuda y terminarán, alrededor de los 2 años,  subiendo y bajándolas solos.
Hacia los 24 meses aumenta la actividad física del niño: son capaces de correr, saltar y dar una patada a una pelota sin perder el equilibrio.
Ya puede hacer una torre de 6 cubos. Al final del segundo año, el movimiento y la coordinación de la mano son casi perfectos.

Signos de alarma a los 24 meses:
-          No corre

    Anna Caralt Fort
    LOGOPEDA
    Col. 3735

    Con la col·laboración de:
    Iván García Cibeira  
    FISIOTERAPEUTA
    Col. 5969        



BIBLIOGRAFIA:
-          Palau, E. Aspectos básicos del desarrollo infantil. Barcelona. Ed. CEAC, 2001
-          Roman, J.M., Sáncez, S. y Secadas, F. Desarrollo de habilidades en niños pequeños. Madrid. Ed. Pirámide, 1996
-          A. Iceta, M.E. Yoldi. Desarrollo psicomotor del niño y su valoración en atención primaria. ANALES Sis San Navarra 2002; 25 (Supl. 2): 35-43.
-          Ruiz, C. Y Serrano, M.C. La psicomotricidad de 0 a 6 años. Revista digital Investigación y Educación 2006. Número 23


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